Anxo Cabreira es un luthier de Vigo que cuenta con más de trece años de experiencia y que realiza trabajos de construcción, restauración y mantenimiento de instrumentos de cuerda frotada como el violín, la viola, el violonchelo o el contrabajo.
De hecho, tuvo la oportunidad de formarse en la prestigiosa escuela Hans Weisshaar, en Los Ángeles, y contribuir en la restauración de uno de los violonchelos más famosos de la historia: el Stradivarius “El Bajo de España”, del año 1700.
Sin duda, la trayectoria de Anxo Cabreira es amplia, pero sabía que si quería aumentar su visibilidad online y conseguir más clientes necesitaba una web de calidad, con un diseño funcional y atractivo que lo diferenciase de la competencia.
La web de Anxo Cabreira
Para lograr sus objetivos, el primer paso fue reunirse con él y escuchar sus necesidades. Además, antes de comenzar con los trabajos de diseño web, se le plantearon diversas opciones de mejora con el fin de conseguir una página web de navegación intuitiva y con una imagen de marca propia.
Por supuesto, también se le asesoró para que aspectos como el tiempo de carga o la usabilidad de la web no perdiesen importancia. Al final, no hay que olvidar que la estética y la funcionalidad son elementos imprescindibles a la hora de obtener una experiencia de usuario óptima.
Así, se apostó por crear una web con una página principal enfocada en presentar a Anxo Cabreira y sus servicios de una forma clara y visual, mientras que en la zona superior se ubicaron los botones de acceso a la información que interesaba destacar, entre los que se encontraban su proceso de trabajo o sus apariciones en prensa. Por otro lado, para mejorar el SEO, se crearon diferentes textos realizados por Celeste Conde.
Ahora, Anxo Cabreira tiene una web que le permite darse a conocer y que a día de hoy se encuentra en una mejora constante para incrementar todavía más sus resultados.
Una vez finalizado el proyecto web también aprovechamos para darle una pequeña vuelta a algunas de sus aplicaciones corporativas, como sus tarjetas de visita, con las que tomamos decisiones arriesgadas en cuanto al material que, gracias a la confianza de Anxo, dieron paso a unos resultados difíciles de olvidar.